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21 abr 2010

Capítulo 36 de Percances


En la casa de Cam no había nadie cuando ambos llegaron, así que esperaron, tras media hora Nora llegó a casa.

-¿Qué hacen aquí?- preguntó sorprendida al encontrar a Agusto y Nico en su sala.

-Estamos preocupados por Cam.- dijo Agusto.

-¿Por qué?-

-No esta en casa,- dijo Nico. –Ella hablo a mi celular y una amiga le respondió, quedo de ir a encontrarse conmigo adonde yo estaba pero nunca llego, la llamé y no respondió, entonces vinimos a buscarla pero tampoco está aquí.-

-Pero es tardísimo,- dijo Nora viendo su reloj. –Tuve que quedarme trabajando hasta tarde, ella ya debería estar en casa, esta mañana me dijo que no llegaría tarde, ¿Creen que le pasó algo?- preguntó asustada.

-No podemos saberlo.- dijo Agusto acercándose y llevándola a sentarse al sofá. –Tienes los números de teléfono de alguna de sus amigas.-

-Sí, en al cocina esta una agenda con algunos números que ella anoto hace días.-

-Voy por ella.- dijo Nico. Rápidamente la trajo y Nora llamó a Alejandro en primer lugar, él estaba adormilado y dijo no haber visto a Cam en todo el día.

Entonces Nora marcó a Melissa.

-Bueno.- respondió y por la voz era obvio que también había sido despertada.

-Soy Nora la madre de Cam, ¿eres Melissa?-

-Sí, así es, ¿qué pasa?-

-Acabo de llegar a casa, tuve que trabajar hasta tarde y Cam no está en casa, no responde su celular, estoy preocupada, ¿sabes algo de ella?-

-Oh, Dios. Estuvimos toda la tarde en la biblioteca, como a las 8 de la noche salimos, yo iba a llevarla a casa pero un chico, no recuerdo su nombre, la estaba esperando en el estacionamiento, no era muy amable, le pregunté a Cam si quería que la esperará pero me dijo que no era necesario, ella se quedo con él, pero eso fue hace horas y él dijo que la llevaría a casa, le pedí a Cam que me llamará cuando estuviera en casa pero nunca recibí su llamada pensé que se le había olvidado y no quise molestarla por eso no la llamé.-

-¿Un chico?- preguntó la madre de Cam. -¿Lo habías visto antes?-

-No, sólo que dijo ser el entrenador de Cam.-

-¿Entrenador?- preguntó confundida Nora. –Cam no tiene ningún entrenador.-

-Cam dijo que era su entrenador, de defensa personal.-

Nico que escuchaba toda la conversación, sabía de quien hablaban, Axel. No puedo evitar sentirse molesto por saber que Cam estaba con él, ¿Qué estaba haciendo con él a estas horas?

*****

Axel jamás se imagino haciendo algo tan loco como esto, pero tenía que convencer a su padre de que lo había hecho, y esta parecía la única manera, se sentía todo un pervertido haciéndolo pero tenía que.

Le hubiera gustado ver desnuda a Cam en otras circunstancias y por voluntad, pero todos los planes se habían ido a la basura cuando su padre la encontró, desde que su padre la tenía.

Él tenía que salvarla, tenía que sacarla de aquí, pero si su padre sospechaba de él, si se daba cuenta que no estaba de su parte, todo estaría arruinado, tenía que seguir fingiendo, tenía que hacerle creer a su padre que había estado con ella.

Era tan hermosa, sus pezones estaban erguidos por el frío, su piel tan blanca resaltaba en la oscuridad de la habitación, como desearía estar así en otras circunstancias, con ella consiente y queriéndolo, pero eso parecía que nunca ocurriría.

Axel se concentro en lo que tenía que hacer. Él tenía que hacer esto para protegerla.

Sabía que su padre espiaría, había leído su mente para asegurarse de convencerlo que estaba de su parte, así que cuando lo sintiera cerca, el plan entraría en marcha.

Tras unos minutos los pensamientos de su padre empezaron a ser captados por él, eso quería decir que estaba acercándose.

Rápidamente se subió a horcajadas sobre Cam, sentir su miembro contra la suave piel de su vientre bajo lo puso duro como una piedra, se sentía un pervertido excitándose en la situación y con ella prácticamente inconsciente estremeciéndose por los efectos de cualquier droga que su padre le había dado, pero no pudo evitarlo, no teniéndola desnuda debajo de él, viendo todo su cuerpo; pero tenía que concentrarse, de ello dependía que todo saliera bien, él le había prometido a la Sra. Martín que protegería a Cam y ahora que la conocía con mayor razón tenía que hacerlo, ya no era solo una promesa que hizo era un compromiso consigo mismo, no había podido salvar a la abuela de que su padre la matará pero con la nieta lo haría así fuera lo último que hiciera.

Su padre estaba más cerca ahora, era cuestión de segundos que abriera la puerta.

Axel se recostó sobre Cam, sintiendo su cuerpo sobre todo el de ella, haló una sabana para cubrir la mitad de sus cuerpos, sostuvo su cabeza con sus manos y comenzó a besar su cuello entonces imito el movimiento de vaivén en sus caderas, los jadeos no fueron difíciles de fingir, no cuando por el movimiento su miembro se friccionaba contra su vientre, no cuando podía sentir la calidez de su cuerpo debajo de él, y no con toda la adrenalina que corría por su cuerpo. Si tan solo esto fuera verdad más allá de una simple escenificación. Pero no lo era, y sentir placer haciendo esto lo volvía un pervertido, pero mejor ser un pervertido a un violador, o al menos eso le parecía, quería creer que estaba en lo correcto.

La puerta se abrió repentinamente, tal cual él sabía que pasaría, por unos segundos continúo interpretando su papel, después jadeante dejo de besar su cuello y se volvía hacía la puerta donde su padre tenía asomada la cabeza.

-¿Qué diablos haces aquí?- preguntó Axel fingiendo molestia y con voz jadeante.

-Te dije que tenía que comprobar que no eras un traidor.-

-Si bueno pero pensé que había quedado fuera lo de quedarte a ver.-

-El elemento sorpresa siempre es el mejor, me alegra saber que estas de mi lado.-

Ahora más que nunca estaba agradecido de nunca haberle revelado a su padre su capacidad de leer pensamientos, de lo contrario esto no habría sido posible.

-Una vez comprobado te importaría dejarme terminar, él tenerte observando no es nada excitante, así que si no te importa.- dijo señalando con una mano que se fuera y gimiendo profundamente como parte del engaño. Sintió a Cam moverse debajo de él, la miro de reojo y sus ojos estaban ligeramente abiertos y murmuraba, el sudor seguía cubriendo su cuerpo, lo que ayudaba más a que esto pareciera lo que no era.

-Por supuesto, después de todo no parece que a nuestra pequeña Camille le haya molestado tanto.- y diciendo eso cerró la puerta.

Y el que hablara de ella como suya realmente lo molestaba.

Cuando estuvo seguro de que no volvería, y complacido de haberlo engañado, se recostó a un lado de Cam, ahora solo quedaba lo peor de todo, engañarla a ella también, por que si ella no actuaba en consecuencia de lo que él supuestamente le había hecho eso haría sospechar a su padre, y era un lujo que ninguno de los dos podía permitirse.

Así que desato sus manos y pies para poderse acomodar junto a ella, los cubrió con la sábana y se quedó dormido.

Horas después despertó cuando Cam empezó a moverse, ella debía estar despertando, él fingió seguir dormido hasta que el grito de ella le aseguró que definitivamente estaba despierta.

Cam no podía creer lo que estaba pasando, estaba en una habitación desconocida, desnuda y alguien estaba a su lado en las mismas condiciones, ¿quién? no tenía idea porque aún no tenía el valor para mirar a esa persona, pero lo de la desnudez podía sentirlo tanto en ella como en ese alguien, el grito que escapo de su garganta fue inevitable, no entendía nada, la cabeza le dolía, lo último que recordaba era subirse a un coche con el padre de Axel, todo lo demás estaba demasiado borroso, no entendía como pudo terminar así.

Estaba conmocionada, tratando de entender pero cuanto más se esforzaba, su cabeza dolía más, tomando valor se volvió a ver a la persona que estaba a su lado, era Axel, las lágrimas empezaron a correr por su mejillas, los sollozos eran incontrolables, se sentó abruptamente sobre la cama trayendo consigo la sábana para cubrirse ¿Qué diablos había pasado? ¿Qué hacía ella desnuda con Axel en una cama? ¿Por qué no recordaba nada? Todo indicaba que ella y él… pero ¿como era eso posible? ella no…

De pronto la puerta se abrió, el padre de Axel entró y cuando Cam se encontró con su mirada los recuerdos se vinieron como un torrente sobre ella, recordó haberse subido al coche, el padre de Axel se había quitado los lentes y cuando Cam vio sus ojos como lo hacía ahora se había dado cuenta que eran los mismos ojos del hombre que había asesinado a su abuela, los mismos ojos que Cam había visto en los recuerdos de su abuela cuando murió; después de eso no había nada.

-Veo que nuestra invitada despertó.- dijo Fernando.

Cam sintió terror cerniéndose sobre ella, Axel se sentó a su lado, ella no tenía valor para mirarlo.

-Eres un asesino.- Cam dijo precipitadamente entre sollozos. –Mataste a mi abuela, ¡tú la mataste!.- gritó ahora con todo el resentimiento que sentía.

-No lo hubiera hecho si ella me hubiera dicho donde encontrarte, pero como decidió no cooperar recibió su merecido.-

-¿La mataste por mi culpa?- Cam no podía creerlo, ¿había sido su culpa que muriera su abuela? ¿Había muerto encubriéndola?

-Así es, pero mi buen hijo te encontró por mí.-

-¿Qué?- preguntó Cam esta vez atreviéndose a mirar a Axel. -¿Sabías que tu padre mató a mi abuela? ¿Todo fue una mentira? ¿Te acercaste a mí para entregarme a tu padre? ¿Por qué estoy desnuda? ¿Qué diablos me hiciste?- las preguntas se precipitaban incontrolablemente fuera de su boca. Estaba histérica, totalmente conmocionada. –Pero cuando te conocí, cuando te toque, no había engaño, se supone que tú…-

Axel la interrumpió. –Soy bueno en lo que hago.- se levanto de la cama y comenzó a vestirse, Cam lo observaba sin comprender nada. -¿Por qué estábamos los dos desnudos en la misma cama?- preguntó negándose a creer lo que su mente gritaba. Él no respondió.

-Maldita sea, ¿Qué me hiciste?- ella apreso la sábana con las manos y trato de salir de la cama pero antes de poder hacerlo el padre de Axel estaba allí sosteniéndola, ella trato de liberarse pero no pudo, trato de tocarlo y lastimarlo por medio de su habilidad para alejarlo pero entonces él llamo a Axel y entre los dos la ataron de pies y manos a la cama, Cam forcejeo pero no logro nada, por lo menos Axel dejó la sábana cubriéndola, no que eso mejorará las cosas pero era mejor que estar expuesta delante de ellos.

Entre sollozos y retorciéndose en la cama preguntó una y otra vez que le había hecho pero Axel no decía nada, nada estaba claro hasta que Fernando su padre, habló, -No creo que seas tan tonta, no me decepciones, ¿Qué piensas tú que paso? Mi hijo solo se divirtió contigo, solo terminó lo que empezaron ayer detrás de uno de los edificios de la universidad, no debes calentar a un hombre si no piensas darle lo que quiere.-

Cam miró boquiabierta a Axel, él no podría… -¿Me violaste?- logró preguntar casi en un susurro, llorando incontrolablemente, no podía recordar nada, no sentía su cuerpo como si hubiera sido forzado pero que sabía ella como se sentía ser violada.

-Tal como dijo mi padre,- respondió Axel. –No se calienta a un hombre si no se le piensa dar lo que quiere, yo solo terminé lo que empezamos.-

-¡No! ¡No! ¡No! Dime que no es cierto, no Axel, tú no serías capaz de hacerme eso, no es cierto, me estas mintiendo, no…- Cam lloraba desesperadamente, no podía creerlo, esto no podía ser posible, Axel no podía haberla violado.

-Yo mismo lo vi, y no te veías nada molesta así que no te hagas la santa.- dijo Fernando. –¿Acaso era virgen? O porque tanto escándalo.- le preguntó a Axel.

Algo dentro de Cam estaba roto, no podía dejar de llorar, estaba destrozada. Oía lo que decían pero era como si ella estuviera en un lugar lejano, el dolor era tan fuerte que sentía que se desgarraba por dentro.

-No era virgen.- escuchó lejanamente que Axel respondió.

Cam sentía que las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas, pero ya no sollozaba, estaba como aletargada, sintió un pinchazo en el brazo y después todo comenzó a desvanecerse. Lejanamente alcanzó a escuchar. –Vete a tu casa, no quiero que estés presente cuando empiece con ella.-

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