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30 oct 2010

Capítulo 15 de Indecisión

Cam estaba todavía en su habitación cuando el timbre sonó, segura de que era Alejandro no se preocupo por su apariencia, vestía un short ya muy desgastado y una blusa de tirantes, se apresuró a bajar para no hacerlo esperar.

Cuando abrió la puerta no fue a Alejandro a quien encontró sino a Axel, que sin tratar de disimilar la recorrió con la mirada.

—Lindo atuendo—dijo este a modo de saludo.

—¿Qué haces aquí?—ella preguntó sin saludar.

—¿No hay ni un hola para mi?

Cam rodó los ojos y complaciéndolo dijo: —Hola Axel, ¿qué haces aquí?

—Mucho mejor así—dijo él sonriendo—quería saber como estabas, lo que dijiste e hiciste esta mañana fue muy raro.

Cam bajó la mirada. —No es un buen momento, estoy esperando a alguien.

—¿A quién?

—A mi—vino la voz de Alejandro desde detrás de Axel antes de que Cam hubiera tenido oportunidad de responder.

Axel se giró y evaluó con la mirada al recién llegado.

Alejandro como si nada paso por delante de Axel y tomó a Cam por la cintura y la besó en la mejilla. —¿Todo bien nena?

—Si, claro—respondió ella, no perdiéndose la mirada fija de Axel sobre la mano de Alejandro en su cintura. Tratando de aligerar la tensión dijo: —Él es Axel un amigo, Axel él es Alejandro mi mejor amigo.

Axel cabeceó en señal de reconocimiento. —Si, recuerdo haber visto que tan buenos amigos son, aquella vez que te llevo a mi casa, ¿recuerdas?

Cam no pudo evitar sonrojarse al recordar que Axel la había visto aquella ocasión en la que Alejandro le pidió un beso y ella se lo dio. —Lo recuerdo—murmuró.

—Yo también—dijo Alejandro entusiasmadamente—imposible olvidar ese momento, ¿verdad Cam?—preguntó guiñándole un ojo.

Ella se rió, porque sabía que el propósito de su amigo era hacer enojar a Axel, y era obvio que lo estaba logrando, se dio cuenta cuando le echó un vistazo a Axel.

—Si—se limitó a responder, aunque no fuera por las razones que Alejandro quería hacerle creer a Axel sino más bien porque a partir de ese momento ellos habían cerrado un ciclo y gracias a eso es que ahora volvían a ser los amigos de antes.

—¿Y nos vamos a quedar toda la noche aquí? Está muy fresco y al parecer no tenías mucha ropa que ponerte, mejor evitemos que cojas un resfriado.

Cam le dio un codazo en el estomago a Alejandro.

—Auch.

—Deja de estar de chistoso, y si mejor pasen—les dijo a los dos.

Alejandro obedeció, pero Axel permaneció donde estaba.

—Creo que mejor me voy.

—Puedes pasar si quieres, podemos hacer algo…

—Cam—dijo viéndose molesto—¿con él también te gusta hacer experimentos?

Cam boqueó ante el comentario, no pudo evitar sentirse ofendida aunque quizás se lo había ganado. Después de todo él ya la había visto besando a Alejandro antes, y ella lo había besado a él esa mañana, pero de todos modos su comentario la hizo parecer como una cualquiera y eso no era verdad, podrían haber pasado algunas cosas entre ellos pero siempre había sido honesta tanto con Nico como con Axel, y Alejandro no entraba ni en la ecuación.

Molesta le dijo: —Vete al diablo—y girándose sobre sus talones comenzó a cerrar la puerta pero el interpuso su pie impidiéndoselo.

Cam se volvió a mirarlo y tragando un sollozo dijo: —¿Quieres seguir insultándome?

—Lo siento—dijo él—de verdad lo siento, no quise decir eso, soy un estúpido, es solo que no puedo evitar sentirme así cuando se trata de ti.

—¿Estúpido?—preguntó ella.

—Celoso—dijo él dándole una media sonrisa.

—Me lastimaste con lo que dijiste—le dijo sinceramente—me hiciste sentir como si anduviera allí besándome con cualquiera, y quizás las circunstancias puedan hacerme ver así pero…

Él puso un dedo sobre sus labios. —Perdóname.

—¡Cam!—la llamó Alejandro.

—Ya voy—respondió mirando a Axel.

—¿Me perdonas?—le dijo él.

—Si—dijo—pero si me vuelves a decir algo así te voy a dar una cachetada como mínimo.

—Merecida la tendría—dijo él mirándola con tanta intensidad que Cam se puso nerviosa.

—¿Vas a entrar?—preguntó rehusándose a encontrarse con su mirada.

—Si, ni loco te dejo sola con ese tipo.

—Axel—lo reprendió—Alejandro es mi mejor amigo y si vas a entrar quiero que te comportes.

—Lo haré, lo prometo.

—De acuerdo—dijo haciéndolo pasar.

Media hora después el ambiente se seguía sintiendo tenso, Cam estaba sentada en el sofá en medio de los dos y la película que veían no lograba capturar su atención.

El timbre sonó y Cam agradeció mentalmente el que pudiera zafarse de la situación incomoda en la que estaba aunque fuera por unos minutos y se apresuró a abrir la puerta.

Su sorpresa fue enorme cuando vio a Melissa ante su puerta, son los ojos rojos y aspecto preocupado.

—Ok, no te tomes a mal mi pregunta pero ¿qué haces aquí y a estas horas?

—Mi papá tuvo un accidente—dijo viéndose nerviosa—mi mamá está en el hospital con él y no quería que estuviera sola en casa, me dijo que me quedará con mi tía pero no quise ir allí, y le pedí que me dejara venir a quedarme contigo, perdón por eso pensé que no te molestaría.

—Claro que no—intervino Cam—eres bienvenida siempre que quieras, sólo que me sorprendió mucho, es la primera vez que vienes, muchas veces me traes pero nunca has podido quedarte.

—Lo se—dijo sonriendo ligeramente.

—¿Tu papá esta bien?—preguntó Cam, aunque sabiendo de lo que él tipo era capaz no había nada que le importara menos.

—Si, fue un accidente de trabajo pero nada muy grave, sólo que se tiene que quedar en el hospital algunos días.

—Puedes quedarte todos esos días si quieres.

—Gracias.

—¡Cam! ¿Te parece si pido una pizza?—vino la voz de Alejandro desde la sala.

—Adelante—respondió ella.

—¿Esta Alejandro aquí?—preguntó Melissa nerviosa.

—Si—susurró Cam—también Axel.

Los ojos de Melissa se ensancharon. —¿No es raro tenerlos juntos?

—Ni que lo digas, pero no creo que sea peor que tener a Nico y Axel juntos—dijo Cam encogiéndose de hombros. —Pero bueno entremos, que ahora que estas aquí puedo sacarle un gran provecho a la situación.

—¿Qué estas planeando?—preguntó temerosa.

—Sólo sígueme la corriente, veras que esta noche termina siendo inolvidable.

Melissa asintió preocupada por lo que sea que Cam estuviera planeando y la siguió.

—Hola—dijo Melissa cuando vio a los chicos en la sala.

—Hola—respondieron ellos.

—Bueno chicos tenemos una invitada y necesita un poco de distracción, así que creo que debemos improvisar algo más divertido que ver una película.

Alejandro sonrió y preguntó: —¿Qué propones?

—¿Ya pediste la pizza?

—Si.

—Genial, pon algo de música, preparare algunas bebidas y armaremos una pequeña fiesta.

—Muy pequeña—resalto Axel.

—En lugar de hacer evidente lo que ya de por si lo es ven a la cocina y ayúdame a traer algunas bebidas.

—De acuerdo jefa.

En la cocina Cam comenzó a sacar refrescos pero Axel cerró el refrigerador y le mostro dos botellas de tequila que Cam no supo como pudo encontrar. —¿Cómo encontraste eso?

—Tengo olfato para el alcohol, y si vamos a armar una fiesta de verdad las necesitamos.

—En primera no estoy acostumbrada a tomar y Melissa estoy segura que menos, en segunda si mi mamá llega y nos encuentra bebiendo no se como se lo tome porque nunca ha pasado antes.

—Siempre hay una primera vez para todo—dije él dejando las botellas sobre la encimera y sacando hielos de la nevera.

Cam se lo pensó un minuto, después se encogió de hombros y sacó los vasos. —Bien pero si terminó borracha, lo que doy por hecho aunque no beba mucho, no permitas que haga ninguna estupidez.

—De acuerdo pero si terminó también borracho no creo ser de mucha ayuda.

—Buen punto, pero entonces tenemos a Melissa y Alejandro, ellos se harán cargo.

—Exactamente.

—Y me debes ayudar con otra cosa.

—¿En qué?

—Déjame te explicó…

Y así lo hizo, por lo que un rato después de estar bebiendo Axel propuso jugar a la botellita, Melissa no estaba muy convencida pero bastó una mirada de Cam para que accediera.

El juego comenzó y el primero en girar la botella fue Alejandro, la boquilla de la botella apunto hacia Cam.

—¿Verdad o atrevimiento?—le preguntó Alejandro.

—Verdad—rápidamente respondió Cam yéndose a lo seguro.

—Mmm, ok, dinos el lugar más raro donde lo has hecho.

—¿Hacer qué?—preguntó Cam haciéndose la inocente y después vació de un trago su vaso.

—No te hagas, sexo, lugar más raro.

—Creo que prefiero atrevimiento.

—Dijiste verdad, no puedes cambiar.

—¿Quién dice que no?

—Dale un atrevimiento—dijo secamente Axel, al parecer no estaba interesado en saber la respuesta a la pregunta de Alejandro.

—Tramposa, esto te va a costar. Quítate una prenda.

Cam casi se atraganta. —¿Qué?

—Quí-ta-te una prenda.

—¡No! Creo que prefiero la pregunta, lo hice en…

—Basta Cam, no seas tramposa, no quisiste responder la pregunta y te dije el atrevimiento, así que cúmplelo.

Cam miró a Axel en busca de apoyo pero este sólo se encogió de hombros y siguió bebiendo. Miró a Melissa pero esta tampoco supo que decir para ayudarla.

Resignada se puso de pie y señalando a los chicos dijo: —Cierren los ojos.

Alejandro se rió y cerro los ojos y para enfatizar que no vería nada se puso un cojín frente a su cara, Cam miró a Axel esperando que este cerrara los ojos pero Axel negó con la cabeza y articuló: “Quiero verte”

Cam negó con la cabeza y puso cara suplicante pero Axel la ignoró, sorteando sus opciones le dio la espalda y se quitó el short rápidamente, luego se sentó y se cubrió con un cojín.

Se encontró con su mirada y él le sonrió articulando nuevamente: “Preciosa”, Cam lo fulminó con la mirada y para Alejandro y Melissa que aunque no se lo había pedido cerró los ojos dijo: —Listo.

El siguiente en girar la botella fue Axel, la boquilla quedó frente a Alejandro. Axel sonrió. —¿Verdad o atrevimiento?

—Verdad—dijo.

—Gallina—rió Axel—De acuerdo, ¿estás enamorado de Cam?

Melissa agachó la cabeza y comenzó a jugar con su vaso. Cam le frunció el ceño a Axel.

Alejandro tomó un trago y limpiándose la boca con el dorso de la mano miró a Cam. —Lo estuve, aunque a veces pienso que era un enamoramiento platónico. De cualquier modo siempre la voy a querer, solo que no de esa manera.

Cam se relajó, alegre de que eso hubiera quedado atrás.

La siguiente en girar la botella fue Cam, la boquilla quedo dirigida hacia Alejandro otra vez.

—¡Qué tiene esa maldita botella conmigo!—exclamó.

—Verdad o atrevimiento.

—Dale nena, te doy tu venganza, atrevimiento.

Cam rió con ganas. —Mmm ¿que será, que será?—podría vengarse era verdad y disfrutaría de ello, pero había algo que quería más. —Besa a Melissa.

Alejandro se quedo congelado a media sonrisa.

Melissa tenía lo ojos abiertos como platos.

—Vamos Alejandro—animó Cam.

Alejandro se giró para quedar frente a Melissa que estaba sentada a su lado. —¿Es-tá eso bien contigo?

Melissa se sonrojó y recibiendo una mirada de Cam animándola, asintió.

Alejandro tomó la cara de Melissa entre sus manos y Cam notó que ambos estaban muy nerviosos.

Él se acerco hasta rozar ligeramente sus labios contra los de Melissa, ella cerró los ojos, Alejandro siguió rozando sus labios de forma delicada, entonces profundizó el beso.

Cam y Axel se miraron entre si, sorprendidos por el beso que presenciaban, había química allí, y nadie que los viera pensaría que ese beso era sólo un juego.

Alejandro estaba sorprendido por la suavidad de los labios de Melissa, por su dulzura, su respuesta tímida al beso lo cautivó y él deseo más, no quería dejarla de besar. Desde que la conocía le había parecido una chica dulce y bonita, y sin entender porque sentía el instinto de protegerla pero en ningún momento hasta ahora había sentido deseo por ella, era como si el contacto de sus labios hubiera abierto un nuevo mundo de sensaciones. Los labios de ella se movían delicadamente contra lo suyos, como si tuviera miedo de hacerlo mal, y eso provocaba fuego en el interior de Alejandro. Era como si el mundo a su alrededor se hubiera detenido y sólo fueran ellos dos.

—Creo que mejor dejamos solos a los tortolitos—dijo Axel.

Cam asintió, se rellenó el vaso y se lo empinó.

Al tratar de ponerse de pie se tambaleó, definitivamente tomé demasiado, pensó.

Antes de que pudiera volver a intentarlo Axel estaba allí ayudándola, cuando logró estar de pie estaba rodeada por los brazos de Axel, su cuerpo apretado contra el suyo.

Recordando que se había tenido que quitar su short, trato de apartarse para buscarlo pero los brazos de Axel no la dejaron ir.

—Necesito mi short—susurró.

Axel se inclinó a recogerlo y tras hacerlo lo examinó. Cam trató de arrebatárselo pero estaba tan mareada que se dio por vencida.

—Dámelo—pidió. —Necesito ponérmelo.

—No, no lo necesitas.

No teniendo ganas de pelear se dejo llevar por él, pronto estuvieron subiendo las escaleras.

—¿A donde vamos?—preguntó ella.

—A tu habitación.

Cam lo miró entrecerrando los ojos. —¿Planeas aprovecharte de una borracha?

—Sólo si la borracha quiere—devolvió él. Antes de que pudiera responder él continuó: —Pero desde mi punto de vista dicha borracha necesita descansar más que otra cosa.

Cam simplemente asintió, siendo sincera consigo misma tenía muchas ganas de ser besada y más--si era por el alcohol o por haber presenciada el beso de Alejandro y Melissa, no lo sabía—pero deseaba todo eso con Nico, y Nico no estaba aquí, Nico ni siquiera seguía siendo su novio, no sabía ni siquiera si tenia alguna oportunidad con él de nuevo, pero con todo lo deseaba.

—¿Cuál es tu habitación?—preguntó Axel.

Cam señalo su puerta. Axel notándola cansada la tomo en sus brazos y la llevo hasta su cama.

Cam no protestó, se sentía mareada y solo quería dormir.

Él la acostó y cubrió sus piernas desnudas con una sábana después se acostó a su lado y la acurrucó en sus brazos.

No paso mucho tiempo para que Cam se quedara dormida, Axel disfrutaba tenerla en sus brazos aunque fuera en estas circunstancias, pronto él también se quedo dormido.

Más tarde el sonido de un celular lo despertó--el celular de Cam--estaba en la mesita de noche, Axel adormilado lo tomó y vio en el identificador que quien llamaba era Nico.

No debía contestar, no tenia derecho, no era su celular, pero todas esas razones no lo detuvieron, aparte si llamaba a esta hora tenia que ser importante, el reloj en la mesita de noche de Cam indicaba que era la 1 de la mañana y ella estaba profundamente dormida.

Decidido abrió el teléfono y dijo: —Bueno.

El silencio fue su única respuesta por unos segundos. —¿Qué haces respondiendo el teléfono de Cam?—vino la voz claramente exaltada de Nico.

—Lo respondí porque pensé que podía ser importante, dada la hora.

—¿Dónde está Cam?

—Dormida.

—¿Y qué haces allí donde quiera que este ella si esta dormida?

—Estaba durmiendo con ella, hasta que tu llamada me despertó.

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