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3 ago 2010

Capítulo 6 de Indecisión

El sonido estridente de su teléfono celular despertó a Cam, antes de tomar el teléfono observo el reloj que estaba en su mesita de noche y vio que eran casi las dos de la mañana.

¿Quién podría estar hablándome a estas horas? Pensó todavía adormilada.

Viendo el identificador de llamadas descubrió que era Axel quien tenía el afán de despertarla, resignada contestó.

—¿Qué quieres a estas horas? ¡Son casi las dos de la mañana!—dijo con voz ronca.

—Quizás no me he dormido porque estaba tontamente esperando una llamada tuya o por lo menos un mensaje.

—¿Um?—murmuró Cam aún con voz ronca, carraspeó para aclararse la voz. —No recuerdo haber quedado en llamarte, pero mañana te llamo y hablamos, ahora tengo mucho sueño.

Cerró los ojos, deseando que Axel cortara tan inoportuna llamada y la dejara descansar, pero no lo hizo.

—¿No te piensas disculpar?

—¿Disculparme?—dijo adormilada—Creo que deberías ser tú quien tendría que disculparse, me acabas de despertar, pero que digo despertar si todavía estoy medio dormida, eso si que amerita una disculpa, dicho esto ¿ya me puedo volver a dormir?

—No puedo creerlo—susurro Axel—me dejas esperándote toda la tarde, no pudiste ni tomarte la molestia de mandarme por lo menos un mensaje diciéndome que no vendrías y ¿eres tú la que esta molesta?

—¿Eh?—musitó Cam a la vez que parpadeaba. Entonces lo entendió todo, y el entendimiento la hizo despertarse por completo. Se incorporó y apoyándose contra el respaldo de la cama dijo: —Lo siento, lo siento, lo siento, lo olvide por completo…

Pero antes de que pudiera decir más Axel la interrumpió.

—Yeah eso me hace sentir mejor, sin duda—dijo sarcásticamente.

Cam se pasó la mano izquierda por la cara mientras pensaba en como arreglar esto.

—En verdad lo siento, sabes que nunca falto al entrenamiento, y cuando no puedo te aviso, pero esta vez estuve tan ocupada que ni siquiera me acorde y sí, se que eso no es mejor, pero es la verdad. Lo siento. Dime día y hora y allí estaré, así recuperamos el entrenamiento de ayer.

—Y ¿cómo recuperó la tarde y noche que perdí esperándote? Primero esperando que llegaras, cuando me di cuenta que no llegarías esperaba una llamada disculpándote, pero nada, y cuando me hartó de esperar y te llamó yo, ¡estás tan refunfuñona que ni tú te aguantas!

—¡Estaba dormida!—exclamó Cam—y tú interrumpiste mi sueño, me pongo de mal humor cuando interrumpen mi sueño.

—Pues bien sigue durmiendo—y con eso Axel colgó.

Cam estuvo tentada a tirar su teléfono contra el piso, pero su pobre celular no tenía la culpa de su mal humor ni de que el estúpido de Axel le colgará.

Después de dejar el teléfono en su mesita de noche, dio vueltas sobre la cama tratando de conciliar el sueño, pero después de varios minutos se dio por vencida, no podía dormirse después de esa llamada.

Se sentó de nuevo y tomó su teléfono, le marcó dos veces a Axel pero no respondió.

—Estúpido—susurró Cam para si misma. Volvió a marcarle y justo cuando estaba por colgar ya que Axel no contestaba escuchó un clic y luego su voz.

—¿Qué quieres a estas horas?—dijo Axel.

—Estúpido—dijo Cam sin poder evitar que su boca se curvara en una sonrisa.

—¿Ofenderme? Acaso no te dijo tu mamá que las señoritas se ven mal diciendo ofensas.

—Imbécil, ya no soy señorita así que no aplica—Cam no había planeado decir eso, pero una vez dicho no había vuelta atrás. Rió nerviosamente ante el silencio prolongado al otro lado de la línea. Debería estar avergonzada por haber revelado eso, aunque tampoco era que Axel pensara que era una joven virginal, así que termino riéndose.

—¿Te comió la lengua el ratón?—preguntó aún risueña.

—No me causa gracia tu comentario—respondió seriamente. —Y tampoco me gusta que me eches en cara tu vida sexualmente activa.

—Va, ahora quien es el refunfuñón, e independientemente de eso no te estoy echando en cara nada, se me salió—reconoció—aparte no me vengas con que eres virgen, porque eso ni tu abuelita te lo cree.

—No lo soy, pero ese no es el punto, el punto es que se me retuerce el estomago de tan solo pensar en ti y en Nico… haciendo eso.

Cam no dijo nada y Axel tampoco. Tras un minuto de silencio Axel dijo: —Y hablando de tu novio, ¿no se va a poner histérico porque estés hablando conmigo?

—Si lo supiera, seguramente si—respondió Cam en un susurro aunque ante la idea loca de Nico de que ella tenía que ver que pasaba con Axel no sabía realmente cuál seria su reacción.

—Pues entonces lo hará, viven en la misma casa por no decir que duermen en la misma cama, cosa en la que no quiero pensar, así que quitando eso de la ecuación y suponiendo que él esta en otra habitación, aún así con su oído supervampiresco te debe estar escuchando.

—Supervampiresco ¿eh? Que original—Cam se rió.

—Ríete lo que quieras, sólo son tonterías de la hora, pero no te salgas por la tangente, respóndeme.

—Nico no esta en mi cama, no esta en otra habitación y no esta en la casa, así que con todo y su oído supervampiresco dudo que pueda estarnos escuchando desde donde esté.

—Oh, ¿y donde esta?

—Que te importa.

—Cam… ¿pasó algo? ¿Se… pelearon?

—No.

—¿Entonces?

—Tuvo que salir de viaje—se dio por vencida y respondió.

—¿De verdad?—preguntó Axel y a Cam le pareció escuchar una pizca de esperanza en esa pregunta y eso la inquietó.

¿Debería contarle lo que le dijo Nico? ¿Debería tal y como dijo Melissa hablarle claro y ver si él también quería ver que pasaba con todo y riesgos?

Sin saber que decir asintió, sólo para darse cuenta que él no podía verla, así que susurró: —Si.

—¿Tienes sueño?—Axel acertadamente cambió de tema lo que Cam agradeció.

No. —Si.

—Entonces, creo que debería dejarte dormir.

—Si—Parecía que Cam no podía decir otra palabra.

—Bueno, pero todavía tienes que recompensarme por dejarme plantado.

—Supongo que es justo, ¿quieres que programemos otro entrenamiento?

—No, quiero que salgas conmigo.

—Está bien.

—¿Qué?

—Dije que está bien—murmuro Cam entre dientes.

—¿En serio?

—Si—Cam se mordió el labio inferior. —Como amigos ya sabes.

—Claro—respondió Axel—como amigos.

Pero ninguno de los dos era tonto, y ambos sabían que ante ellos hay un mundo de posibilidades.

Axel no tenía idea de lo que Nico le había sugerido a Cam, pero eso no quería decir que dejaría pasar la oportunidad ahora que él no estaba.

Cam no tenía idea de si lo que estaba haciendo era correcto o no, pero sabía que se debía a si misma estar segura de lo que quería, pero sobre todo se le debía a Nico e incluso en cierta medida a Axel.

*****

—Cam, me tengo que ir—le gritó Nora a su hija—te deje el desayuno listo y en la barra esta un paquete que te acaban de traer. Nos vemos en la noche, te quiero.

Cam se quedo a medio subir el cierre de su falda al escuchar a su mamá diciendo que le había llegado un paquete--otro paquete.

—Gracias, también te quiero. Nos vemos—se obligó a responder aunque ahora todo lo que había en su mente era ¿qué diablos traería ese paquete?

Terminó de subirse el cierre y sin preocuparse por ponerse los zapatos bajó corriendo para averiguarlo.

Sobre la barra estaba un paquete idéntico al anterior. Cam tembló mientras lo tomaba en sus manos. Con determinación lo abrió.

Dentro había un mini vestido negro, si es que a eso se le podría llamar vestido. Era tan pequeño que apenas le cubriría el trasero, el escote no seria demasiado sino fuera porque la tela negra solo alcanzaría a cubrir sus pezones puesto que de allí para arriba se transparentaba todo.

Cam ni loca se pondría ese vestido, bueno quizás solo para deguste privado de Nico, pero para salir a la calle jamás.

Dejando el vestido sobre la barra, busco dentro del paquete por si había una nota, y la había.

Estoy seguro que este vestido lucirá fantástico en ti, muero por verlo sobre tu cuerpo, y ahora que tu novio no está eso podría ser muy pronto.

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