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11 jun 2010

Indecisión (Saga Intromisión)



Indecisión
3° Libro de la Saga Intromisión

La vida de Cam ya no es la misma, y conciliar todos los aspectos de su vida no es tarea sencilla.

Su amor por Nico, su amistad o como se pueda llamar a lo que tiene con Axel, la relación con sus padres, su mejor amiga, su nueva amiga, un admirador secreto y nuevos vampiros en su vida pueden transformarlo todo.

A veces las decisiones no son sencillas, Cam lo sabe, pero son necesarias y cuando vacilas y pierdes la capacidad de decidir te das cuenta de cuanto valor tenia esa posibilidad.


Una decisión puede cambiarlo todo…

Pero una Indecisión puede cambiar más…


Capítulo 1

Cam despertó desorientada, ni siquiera recordaba haberse quedado dormida, y no sabia donde estaba. Trato de sentarse pero se sentía débil. Resignándose se quedo acostada y observó la habitación en la estaba, entonces se dio cuenta que estaba en la casa de su papá, en la misma habitación que había ocupado semanas atrás después de ser rescatada del lugar donde Isaías y Damián la tenían.

Por lo menos estaba segura, eso ya era decir mucho después de todas las cosas que le habían pasado en los últimos meses. Lo último que recordaba era sanar a Axel, después de eso no había nada. Trato de recordar lo que había pasado después, pero no había recuerdos.

Se sentía famélica y con la garganta tan seca que creía poder beber litros y litros de agua en este momento.

—¿Papá? ¿Nico?—llamó pero su voz era apenas audible, esperaba que el oído agudo de cualquiera de los dos fuera capaz de escucharla.

Trató de incorporarse de nuevo y esta vez haciendo uso de su mayor esfuerzo logro sentarse, se reclinó contra la cabecera de la cama, estaba tratando se acomodar la almohada para estar más cómoda cuando la puerta del baño se abrió.

—¡Cam!—exclamó Nico. —Despertaste. ¿Cómo te sientes?

Cam se lamió los labios. —Como si me hubiera pasado un camión encima.—murmuró fascinada por lo que veía.

Nico debió haber estado bañándose porque sólo llevaba una toalla alrededor de la cintura y gotitas caían desde su cabello mojado hasta su abdomen donde resbalaban hasta perderse en su toalla y Cam no podía dejar de seguirlas con la mirada sin poder evitar que la fantasía de enjugarlas con su lengua se formara en su cabeza, aun en este momento que se sentía tan débil.

Nico hablaba pero ella estaba tan embelesada con lo que veía que no le ponía atención.

—Cam… ¿me estas escuchando?

—Perdón, ¿qué decías?

—Que me estaba bañando porque no pensé que te fueras a despertar justo en este momento, has estado dormida por más de un día, ¿necesitas algo?

—¿Más de un día dormida? Ni siquiera recuerdo dormirme…

Nico se rió mientras se acercaba y se sentaba a su lado en la cama. —De hecho fue gracioso.

—¿Gracioso?

—Si.—dijo acariciando su mejilla y entonces la beso.

El contacto de sus labios contra los suyos desató una explosión en su interior. Habían pasado dos semanas desde su último beso, durante ese tiempo ni siquiera lo había visto y lo había extrañado demasiado; en ese tiempo había pensado que Nico no quería verla por lo que ella había hecho, pero después supo que Nico había estado encerrado por ser sospechoso de una muerte, y cuando lo volvió a ver en la casa del padre de Axel no hubo oportunidad de hablar mucho menos de besarlo, pero aquí estaba él después de que ella despertara besándola, esto debía ser muestra de que las cosas se arreglarían, había tantas cosas por hablar… pero en este momento Cam estaba tan hambrienta de Nico como lo estaba por comida o bebida, esas dos semanas sin él habían sido insoportables, ella sólo quería disfrutar de este beso sin pensar en nada más, hablaría de todo eso que tenía que arreglar con Nico después, no tenía idea de que hacer con Axel ahora que sabía estaba enamorado de ella, sin mencionar el distanciamiento con su mamá después de haber descubierto que estaba enredada con Augusto, sin que ella supiera que era el mismo hombre padre de su hija, sin duda había muchas cosas que resolver, pero en este momento todo lo que importaba era cuanto deseaba a Nico, cuanto lo necesitaba, cuanto lo amaba…

Sin importar la debilidad abrió su boca y profundizo el beso, su lengua buscó hambrienta la de Nico, saboreando el primer contacto y después aprisionándola entre sus dientes, lo que hizo gemir a Nico, que acariciaba su espalda, pero lo que Cam quería era sentir sus manos sobre su piel desnuda no a través de la camisa que usaba.

Esforzándose alzó sus brazos hasta rodear el cuello de Nico, su cabello mojó sus manos y ella las entremetió entre su cabello masajeando con las yemas de sus dedos y uñas su cuero cabelludo. Amaba hacer eso.

Luego deslizó lentamente sus manos por toda su espalda, deleitándose en las sensaciones que la invadían, cuando llegó al final de su espalda llevo sus manos hasta su abdomen y luego a sus pectorales donde jugó con uno de sus pezones. Infierno estaba ardiendo, lo deseaba tanto…

Nico gimió contra su boca y mientras la seguía besando metió sus manos bajo su camisa, ella estaba desnuda bajo ella, por lo que después de que Nico acariciara su espalda y vientre desnudos aprisionó sus pechos, apretándolos y excitándola hasta que su centro ardía por sentirlo, estaba tan húmeda y su clítoris tan inflamado que dolía; Nico se las ingenió para que terminaran acostados, él sobre ella, sin separarse, sin interrumpir su apasionado beso y como si supiera lo que sentía una de sus manos bajo por su vientre hasta llegar al lugar donde Cam ardía y entonces su mano hizo magia…

Cam se retorcía y gemía debajo de él, la estaba volviendo loca, su lengua le hacia el amor en su boca, una de sus manos apretaba su pezón y la otra jugaba con su clítoris y la penetraba al mismo tiempo llevándola a la cima del placer, Cam sabía que no resistiría más, se aferró a él, arqueándose para que él fuera más profundo y cuando lo hizo ella explotó, su vientre se contrajo y su centro estalló bañando la mano de Nico.

Se estremecía y gemía, disfrutando cada sensación que atormentaba su cuerpo, y cuando Nico dejo sus labios y barrió su lengua hasta su cuello donde se burló de ella con pequeños mordiscos las sensaciones incrementaron, ella quería una mordida de verdad, no mordiscos juguetones.

—Nico—gimió su nombre. —¡Hazlo ya!

—¿Hacer que?

—Morderme.

—No voy a morderte—dijo mientras besaba su cuello y alejaba ambas manos de su cuerpo. —Ni siquiera debí hacer esto.

Cam sintió temor creciendo dentro de ella y cerró los ojos para detener las lágrimas. —Ya no quieres estar conmigo, ¿es eso?—preguntó apesadumbrada.

Nico la sorprendió mordiendo su labio inferior y luego lamiendo con su lengua las gotitas de sangre que consiguió, lo que le hizo abrir los ojos a Cam.

—No puedo estar sin ti Cam, te amo, si digo que no debí hacer esto es porque estas recuperándote, no es el momento, ¿crees que no quiero morderte?—Cam encogió sus hombros, Nico se rió y tomó su mano llevándola hasta la parte de su cuerpo que estaba muy despierta bajo su toalla, Cam abrió los ojos ampliamente cuando lo sintió. —Amor eso no tendrías que dudarlo, estoy así por ti, me muero por hacerte el amor y morderte mientras estoy dentro de ti, pero estás débil, pasaste por mucho, necesitas recuperarte y cuando lo hagas prepárate porque nada va a detenerme.

Cam no puedo evitar reírse, con Nico no sentía ninguna inhibición así que tomo su miembro en su mano y empezó a moverla. —¿Qué piensas hacerme?

En medio de un gemido Nico llevó su boca a su oído donde le susurró lo que pensaba hacerle entre gemidos y con la voz entrecortada mientras Cam seguía acariciándolo con la mano hasta hacerlo venirse.

Después de eso Nico le llevó comida y algo de beber, luego la ayudó a bañarse y mientras la ayudaba a vestirse -si se puede llamar vestirse a ponerse sólo una camiseta- ella dijo: —Dijiste que fue gracioso que me quedara dormida pero no dijiste por qué.

—Si es cierto, me distraje en otras cosas—respondió riendo. —Fue gracioso porque estábamos en el suelo después de que sanaras a Axel y estabas recargada en mí, estabas preguntándole a Axel como se sentía y cuando el término de responderte ya te habías quedado dormida y estabas babeándome el brazo—Nico volvió a reír—no pasó ni un minuto y caíste dormida, y debo decir que te ves muy linda babeando.

Cam entrecerró los ojos. —No me parece gracioso.

—Pues a Axel y a mi sí, y con todo y que nos reímos no despertaste.

Cam alzó las cejas ante eso, ¿Nico y Axel de acuerdo en algo? ¿Riendo juntos? Eso si parecía extraño.

Nico debió notar su expresión porque añadió: —No es que Axel y yo seamos amigos ni nada, sólo fue gracioso verte así.

—Mmm, pues déjame decirte que distó mucho de lo que les parece gracioso. Pero dejando lo tan gracioso aún lado, ¿Por qué me trajeron aquí?

—Para no tenerle que explicar a tu mamá lo que te paso.

—Pero debe estar preocupada, me va a matar cuando llegue a casa.

—Se preocuparía más si te viera y requeriría más explicaciones.

—Si me viera ¿por…? ¡Oh Dios!—Cam se puso de pie rápidamente y se tambaleó hasta que Nico la sostuvo impidiendo que se cayera.

—Tranquilízate, ¿Qué pasa?

—Un espejo, tráeme un espejo.

Nico frunció el ceño pero le trajo el espejo. Cuando Cam vio su reflejo gritó. Tenía negro el ojo derecho y toda la cara mallugada. —Me veo horrible, ¿por qué no me dijiste nada? ¿Cómo pudiste besarme así?

—Lo siento Cam, bebí la sangre que te sacaron para poner ayudarte pero no puedo hacer mucho por el exterior.

—No es tu culpa, pero me veo horrible. ¿Cuándo se me va a quitar esto?

—Naturalmente tardaría muchos días pero Axel dijo que una vez que te sintieras mejor y no estuvieras débil podrías sanar tu cara tu misma, pero todavía no estas bien así que ni pienses en intentarlo todavía.

—Esta bien.—dijo Cam haciendo pucheros.

Nico se rió y dijo: —Te ves hermosa aún con esos golpes.

—Eso dices porque me quieres.—dijo Cam sacándole la lengua.

—Es verdad, te quiero, pero aunque no lo hiciera no podría negar que eres preciosa y esos golpes te hacen ver sexy.—dijo Nico acariciándole el ojo negro, lo peor o mejor, Cam no sabia como clasificarlo era que tenia las marcas de los golpes pero no dolían.

—¿Sexy esta cara? Nico tu si que eres un pervertido.

Nico sólo se rió ante eso y la ayudó a acostarse. —Voy a llamar a Augusto para decirle que ya despertaste y que te traiga algo de ropa, porque si sigues sólo vestida con camisas mías este pervertido no va a resistirse.—dijo acariciando su pierna antes de taparla con la sábana y empezar a salir de la habitación.

Fin del Capítulo


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