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6 ene 2011

Capítulo 21 de Indecisión

El lunes por la mañana Cam estaba alistándose para irse a la universidad cuando su celular sonó. Dejando el cepillo con el cual se estaba peinando en el tocador fue hacia su mesita de noche y tomó su celular.

—Bueno —dijo después de abrir el celular, acción con la cual la llamada era automáticamente respondida por lo que no comprobó en el identificador quien era.

—Hola Cam —respondió la inconfundible voz de Axel.

Cam se quedo paralizada por lo que le parecieron eternos segundos. Axel. Un torrente de pensamientos llenaron su cabeza impidiéndole pensar con coherencia.

—Cam, ¿estas allí? —preguntó Axel.

—Um, si —respondió finalmente Cam, no logrando formar una frase más larga.

No tenía idea de que decirle. No sabía como hablarle ni como tratarlo. Y sobre todo no tenía la más mínima idea de cómo iba a decirle que Nico y ella estaban de nuevo juntos. No tenía cara ni para hablar con él por teléfono, aun cuando ella había sido clara con él, así que no podía imaginar como sería el tenerlo cara a cara y decírselo.

—¿Estás bien? Sé que la ultima vez que nos vimos no quedamos de la mejor forma, pero bueno, no se, creo que por lo mismo tendríamos que hablar, ¿no? y como nunca llamaste decidí hacerlo yo, ya pasaron dos días.

—Lo sé, y si necesitamos hablar pero sería mejor en persona, esta tarde… ¿te parece?

—Si claro, pero si quieres puedo ir por ti y llevarte a la escuela, no estoy lejos de tu…

—No es necesario, mejor esta tarde —lo corto Cam—, nos vemos en tu casa a las 4, ¿esta bien?

—Te estaré esperando, nos vemos entonces.

—Ok, adiós. —Cam colgó.

Seguramente su comportamiento le daría que pensar a Axel, pero todo lo atribuiría a lo sucedido la noche del viernes y no a que ella estuviera de vuelta con Nico, al menos eso pensaba ella.

Metiendo esta vez el celular en su mochila volvió al tocador para terminar de arreglarse, minutos después estaba aplicando un poco de rímel a sus pestañas cuando la puerta del baño se abrió.

Cam sonrió al ver a Nico en la puerta del baño con el pelo desmarañado y vistiendo nada mas que unos bóxers negros ajustados.

—Bello durmiente —dijo en broma—, ¿no me digas que te acabas de levantar? —Dejo el rímel en el tocador y se encamino hacia él, cuando lo alcanzó se puso de puntillas y después de entrelazar sus manos detrás de su cuello, lo besó—. Dormilón —musitó contra sus labios.

El la besó profundamente tomándola por la cintura. Pronto estuvieron enlazados besándose apasionadamente. Cam acarició su espalda desnuda y cuando las cosas se empezaron a poner más intensas puso sus manos sobre su pecho para detenerlo.

—Con todo y lo que me encanta besarte creo que besarnos de esa manera a esta hora es un delito en cualquier estado —le dijo sonriendo y apartándose.

—Creo que besarnos de esa manera a esta hora es la mejor forma de comenzar el día —contraatacó él—. Y en cuanto a tu pregunta, si, acabo de levantarme, alguien me ha usado mucho este fin de semana, este cuerpo también necesita descanso.

Cam que ya estaba de nuevo frente al espejo, lo miró a través de él. —Anoche no parecías necesitarlo —le dijo con una sonrisa.

—Gracias por el elogio.

—No era un elogio. —Ella entrecerró los ojos mientras se aplicaba brillo labial en los labios.

—Pero si hablamos de delitos —dijo Nico acercándose—. Usar ese pantalón debe ser declarado como tal.

—¿Qué? —dijo Cam volteándose hacia él que ya había llegado hasta ella—. ¿Y eso por qué? ¿Qué tiene de malo mi pantalón?

—De malo nada —dijo él examinándola descaradamente—. De hecho tiene mucho de bueno, a ti, pero mi amor atraerá las miradas de todos los hombres que te vean.

Cam frunció el ceño. —Es como cualquier otro pantalón, no se porque haría eso.

—Es que no tienes ojos en la espalda. Por eso no puedes verlo.

—¿Crees que hace ver mi trasero grande?

Nico dio un paso más cerca y rodeo su cintura con sus brazos. —¿Grande? No. ¿Delicioso, apetecible, tentador? ¡Por Dios si! —Y como para enfatizarlo bajo sus manos hasta cubrirlo.

Cam se estremeció.

—¿Sabías que tienes el mejor trasero del mundo?

Cam se sonrojó intensamente. —No lo creo, para ti quizás, pero del mundo dudosamente. Pero no, no sabía que sentías tanta admiración por el.

—¿De verdad? —dijo éste alzando las cejas—. Recuérdamelo la próxima vez que…

—¡Nico! —Cam lo reprendió—. No es hora de hablar de eso.

Nico alzó las cejas aún más. —Recuérdamelo la próxima vez de eso. Y te demostrare cuanto me gusta. Podría jurar que le he prestado la atención debida, pero creo que debo esforzarme más para que seas consiente de ello.

—Nico… —dijo ella apartando sus manos de su trasero—. Si piensas llevarme a la escuela ve a arreglarte. Y deja de hablar de eso.

Nico alzó las manos en rendición. —Quien lo diría. Mi novia es muy pudorosa por las mañanas cuando no estamos en la cama pero cuando estamos en la cama a la hora que sea es una…

—¡Nico! —dijo Cam roja como tomate.

Él se echo a reír. —Bien, bien, me voy a bañar, nos vemos abajo. —Se apartó de ella—. Mañana me asegurare de que despertemos en la cama para que no amanezcas tan pudorosa —murmuró mientras se encaminaba al baño.

Cam sonrió. Y mirándolo en el espejo aprecio la vista de su trasero. Cuando él cerró la puerta ella susurro: —Tú si que tienes el mejor trasero del mundo. —Lo hizo segura de que él la escucharía a pesar de que lo dijo en un susurro, y lo confirmo cuando escucho su risa desde el baño.

Un delicioso escalofrió la recorrió ante el recuerdo de ese trasero desnudo y de cómo se sentía bajo sus manos cuando Nico estaba dentro de ella y…

—Haz hecho de mi una lujuriosa, de pudorosa no me queda nada —le dijo a Nico. Y éste se volvió a reír desde el baño.

***

Melissa salió del coche de Nico para darles unos minutos a solas para que se despidieran. Se encaminó hacia la puerta para esperar allí a Cam.

Estaba allí buscando su credencial en la mochila cuando alguien la empujo y ésta se le cayó.

—Fíjate por donde caminas estúpida.

—Pero si yo… —dijo levantando la mirada y deteniéndose cuando descubrió que quien la insultaba era Milena. Armándose de valor dijo—: La que debe fijarse por donde camina eres tú, yo estaba aquí parada y tú… —Pero no pudo continuar porque Milena la fulminó con la mirada y le dio un empujón.

Trastabilló sorprendida y estuvo apunto de caerse pero logro recuperar el equilibrio. —¿Qué te pasa?

—Te voy a decir una sola cosa. No te metas con Alex, ¿me escuchaste? ¿O te lo tengo que repetir?

Melissa la mira atónita. —No soy estúpida —musitó.

—Me alegra saber que quedo claro.

—Dije que no soy estúpida, no que voy a hacer lo que tú me digas —dijo Melissa envalentonada. Toda su vida se había sentido cobarde, pero últimamente se había dado cuenta que a pesar de que era algo retraída o tímida, como fuera, cuando alguien la atacaba ella tenía el valor de contraatacar.

—Mira niña, no sabes con quien te estas metiendo, así que mejor búscate a otro en el cual poner tus ojos porque Alex tiene dueña.

—¿Lo sabe él? Porque que yo sepa Alejandro es una persona no un objeto.

—Mira no tengo tiempo que perder contigo, sólo te digo que si me entero que volviste a salir con él no te va ir nada bien.

Antes de que Melissa pudiera preguntarle como sabía que había salido con él, Milena ya se había ido. Se quedo allí tratando de descifrar como era que ella sabía eso y sobre todo se preguntó si las amenazas de Milena eran algo de lo que realmente tenía que preocuparse.

***

Como ya no le quedaba mucho tiempo y ya había planeado como sería vigilada para que Damián no tuviera oportunidad de hacer nada Cam tomó valor y dijo lo que había estado retrasando.

—Nico… esta mañana Axel me llamó. —Eso atrajo la atención de Nico que había estado mirando por la ventana del coche para registrar los alrededores ante cualquier señal de peligro.

—¿Y? —dijo sin poder decir otra cosa.

—Bueno… —Cam retorció sus manos sobre su regazo—. Quedamos de hablar esta tarde, en su casa.

Nico la miró instándola a seguir.

—La ultima vez que nos vimos no quedamos en buenos términos, y bueno ahora tu y yo estamos de nuevo juntos, y creo que tengo que decírselo, no es que tenga que, pero creo que es lo justo, para dejar las cosas claras.

—Supongo. ¿Algo más?

—Mmm si, no quiero que vayas conmigo, quiero ir sola.

—Cam eso no es posible. Sabes que no podemos correr riesgos —dijo Nico mirando hacia el frente.

—Lo sé pero no quiero herir innecesariamente a Axel y si tú me llevas y más aún me esperas él sabrá lo que pasa aun antes de que se lo diga y prefiero decírselo con tacto.

—Entiendo eso, y tampoco quiero restregarle en la cara a Axel que estamos juntos, pero no puedo dejarte sola, no después de que Damián se mostrara, él va intentar algo, lo sabes y va a esperar su oportunidad para hacerlo.

—Pero no creo que lo haga mientras estoy en la casa de Axel. Augusto me puede llevar y después recogerme.

—¿Y mientras estas allí?

—No creo que Damián haga algo mientras estoy allí, y Augusto puede esperar cerca de allí.

—Es tu mejor oferta, ¿no?

Cam agachó la cabeza. —No va a pasar nada.

—Está bien. Pero no podemos estar corriendo riesgos mientras no solucionemos esto.

—De acuerdo —dijo Cam y se inclinó para darle un breve beso antes de salir del coche.

***

Esa tarde mientras Cam caminaba hasta la puerta de Axel sus manos temblaban, estaba muy nerviosa. Sabía que no sería fácil y temía la reacción de Axel pero era necesario que él lo supiera y que de una vez se diera cuenta que no podía haber nada entre ellos, pero temía que se alejara de ella, quizás era egoísta, pero no quería perderlo, se había convertido en un amigo, lo apreciaba realmente, a tal punto que llego a pensar que sentía algo más por él, pero ahora sabía que no era así y sería muy difícil hablar con él y enfrentarse a la posibilidad de que no quisiera estar cerca de ella, tal como había pasado con Alejandro, pero la consolaba la idea de que quizás después las cosas podrían arreglarse, tal como había sucedido con su mejor amigo.

Tratando de controlar el temblor de sus manos se giró para despedir a su papá y tocó el timbre.

Augusto no parecía querer irse pero cuando lo despidió nuevamente con la mano cedió y arrancó el coche.

Momentos después Axel aún no abría la puerta. Cam se puso aún más nerviosa. ¿Acaso no estaba en casa? Le resultaba extraño, tocó de nuevo y espero.

Minutos después nada.

Cam miró a su alrededor, examinando la calle, empezaba a ponerse paranoica, Axel no abría y Damián podría estar en cualquier parte vigilándola y esperando la oportunidad de acercarse.

Estaba harta de vivir con miedo, realmente harta, pero no podía tomar riesgos, no debía.

Saco su celular y marcó a su papá, una vez que respondió le pidió que volviera por ella.

Mientras esperaba volvió a tocar, si Axel no había abierto hasta este momento no esperaba que de pronto lo hiciera pero de todos modos tocó de nuevo.

Nada.

Se recargo en la pared y le marcó a su celular, dándose una bofetada mental, ¿cómo no se le había ocurrido antes?

Pero tampoco hubo respuesta.

Con eso realmente comenzó a preocuparse, ¿por qué no estaba en casa si habían quedado de verse allí? Y más extraño aún ¿por qué no respondía su celular?

En ese momento Augusto llegó y Cam se permitió tranquilizarse un poco, seguramente Axel estaba ocupado en algo y ese algo era tan importante que no había podido avisarle que no estaría en casa y por eso mismo no podía responder el celular.

Se repitió lo mismo de camino a casa porque no quería pensar en la posibilidad de que algo malo estuviera ocurriendo.

Nada malo estaba ocurriendo.

Al menos eso se empeño en pensar.

1 Mordisquitos:

Unknown dijo...

me encanta chicas!! Sigan escribiendo asiii!! ^^

Besitos! Y feliz año nuevo atrasado ^^

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