Cuando Nico entro en casa de Augusto, lo último que esperaba era encontrar a alguien allí. Siguió el sonido del repiqueteo de agua hasta llegar a la habitación en la que Cam siempre se quedaba cuando estaba en la casa, si le quedaba alguna duda de que fuera ella quien estaba dentro del baño, ésta se desvanecía cuando vio su ropa sobre la cama.
Su olor estaba fresco en la habitación, así que no tenía dudas de que era ella quien estaba bañándose.
Su cuerpo pareció moverse por voluntad propia hacia el baño, su mano antes de que se percatara de ello estaba sobre el pomo de la puerta, girándolo, su instinto lo guiaba, se detuvo por un instante, diciéndose a si mismo que no podía simplemente abrir la puerta y entrar como si nada. No tenía ese derecho. No debía. Estaba invadiendo su intimidad. Él era quien había terminado con ella, no podía hacerlo.
Pero todos los argumentos que se decía a si mismo no fueron capaces de detenerlo por mas tiempo. El sólo hecho de saber que ella estaba dentro, desnuda bajo el agua, le hacia hervir la sangre.
Quería verla, quería tocarla, quería besarla.
Quería reclamarla.
Era suya. Cam era suya. Y no iba a perderla. No por Axel. No por nadie.
Estaba decidido. Iba a luchar por ella.
Ella era para él, era su mujer y de nadie más.
Con toda determinación abrió la puerta.
Cam estaba de espaldas a la puerta. Nico se deleito en la vista que lo recibió. Su cuerpo estaba completamente desnudo bajo el flujo del agua y sus manos recorrían su cuerpo enjabonándolo.
El contemplar esto lo excito al instante.
Como sintiendo su presencia, puesto que él había sido sigiloso en su entrada, Cam se volvió hacia él y lo deleito con la vista de la parte delantera de su cuerpo, Nico no tuvo reparos en beber cada detalle de ella con la mirada.
Los ojos de Cam estaban abiertos como platos y el jabón resbalo de su mano. Ella parecía aturdida.
Con toda razón, pensó Nico. Sabía que la había sobresaltada entrando en su privacidad sin permiso.
—¿T-tú? ¿Q-qué estas haciendo aquí?—balbuceo con las manos temblorosas a sus costados.
Nico no dijo nada, estaba absorto en mirarla, la amaba tanto que dolía.
La deseaba tanto que su erección aprisionada en el espacio reducido que le daba su bóxer y pantalones luchaba por liberarse.
Sin dejar de mirarla se quito la camisa y se desabrochó los pantalones, cuando estaba por bajárselos Cam hablo: —¿Q-qué estas haciendo?
Nico no respondió, se saco los zapatos y se bajo el pantalón.
En bóxers y calcetines dio un paso hacia la ducha. Cam retrocedió un poco.
Nico hizo una pequeña pausa para quitarse los calcetines y los bóxers. Completamente desnudo, y con su excitación manifiesta siguió adelante.
Su miembro erecto en plenitud atrajo la mirada de Cam, que lo miro con los ojos aun más abiertos de lo que Nico consideraba posible.
Ella retrocedió otro paso y su espalda golpeo la pared de la ducha. —Basta Nico, ¿qué haces?
—Tomar una ducha.
—¿C-conmigo?
—Por supuesto que contigo.
—No—dijo Cam. —¿Por qué haces esto? Crees que soy tan… que yo… ¿qué me voy a bañar contigo sólo porque tú quieres? Terminaste conmigo, no puedes entrar aquí de esta manera. ¡Ni siquiera llamaste a la puerta!—decidida dio un paso y alargo la mano hacia la toalla, pero antes de que pudiera tomarla, Nico la apreso por la cintura y la puso de espalda contra su cuerpo desnudo.
Sentir sus manos sobre su vientre envió un escalofrío por todo su cuerpo. Contra la parte baja de su espalda sintió la erección de Nico presionándola.
Cam gimió sin poder evitarlo. Hace tanto que no estaban juntos que tan sólo sentir su piel contra la suya le daba un placer que no tenía descripción.
Nico besó el hombro de Cam, su lengua lamio los restos de agua que seguían sobre su piel. Cam inclinó la cabeza hacia un lado dándole acceso a su cuello, por el cual él empezó a esparcir besos y lengüetazos.
Como saliendo de su ensoñación, Cam forcejeo, tratando de liberarse de su agarre. —Por favor—suplicó. —No me hagas esto, Nico, por favor.
Nico ignoró sus suplicas y dio un paso bajo el flujo de agua que seguía corriendo. El agua cayó sobre ambos.
La sostuvo sólo con una mano por la cintura y su otra mano subió hasta llenarse con uno de sus pechos. Cam se estremeció ante el contacto y su pecho subía y bajaba por su respiración acelerada.
—Nico—gimió cuando el comenzó a amasar su seno.
Él siguió besando su cuello y su mano apretando su seno para después juguetear con su pezón, apretándolo con fuerza. Cam se retorció. El placer comenzaba a ondear dentro de ella con tanta intensidad que si no fuera porque Nico la estaba sosteniendo por la cintura sus rodillas se hubieran doblado.
—No quiero esto—dijo gimiendo, ni para ella se escuchó creíble pero lo repitió: —no quiero esto.
—¿Por qué no?—al fin habló él. —¿Ya no te gustan mis caricias?—enfatizó acariciando más su pezón hasta que estaba tan sensible que clamaba su boca sobre el.
—No es eso—gimió ella—pero no puedes hacerme esto, no puedes terminarme y después venir y tomarme cuando quieras. No me humilles Nico. Sé que piensas que soy una puta pero no me rebajes, no lo hagas.
Dejo de acariciarla y la volvió para que estuviera frente a él. —¿Piensas que por eso lo hago? ¿Para rebajarte?
—No sé, no sé—sacudió su cabeza al mirar su cara que denotaba incredulidad—¿qué quieres que piense? Acabas de terminarme y de pronto llegas de improviso y te metes en mi ducha sin siquiera una señal de ello.
—Te amo Cam—dijo él—Si entré en la ducha es porque cuando llegue me di cuenta que alguien estaba en la casa, cuando reconocí tu olor y tus cosas en la habitación no pude evitarme a mi mismo entrar en este maldito baño. El sólo pensar en ti, desnuda bajo el agua, es imposible de soportar.
—Pero terminaste conmigo, no juegues conmigo, no me confundas.
—No juego, termine contigo porque soy un estúpido, estaba dolido Cam y pensé que lo mejor para ti era dejarte libre, darte la posibilidad de hacer lo que quisieras, pero el que terminara contigo no cambia mis sentimientos, te amo más que a nada y no quiero perderte maldita sea. Anoche me di cuenta de ello, no puedo soportar perderte, y si tengo que luchar por ti, lo haré, te quiero conmigo, siempre, conmigo.
Cam lo miró con lágrimas anegando sus ojos.
Él tomo su cara entre sus manos y le dio un ligero beso en los labios. —¿Me perdonas? ¿Quieres ser mi novia de nuevo?
—Te amo Nico—respondió Cam. —Te amo sólo a ti y lo único que quiero es estar contigo, no tienes que luchar por mi porque ya me tienes, entre Axel y yo no hay nada y no lo habrá, sólo somos tu y yo. ¿Serás tú capaz de perdonarme?
Nico sonrió. —Siempre.
Y entonces la besó, sus manos se deslizaron por su espalda en caricias lentas y provocativas, Cam gimió contra su boca cuando su lengua acarició la suya apasionadamente.
El agua cayendo sobre ellos era una sensación placentera en su piel sensibilizada.
Nico bajo sus manos hasta llenarlas con su trasero, saboreando la sensación de sentir su forma redondeada contra ellas.
Cam deslizó sus labios por su mandíbula, poniéndose de puntillas llego a su oreja donde mordisqueó su lóbulo y lo lamió hasta que sintió estremecerse a Nico.
—Te extrañaba, extrañaba esto—le susurró al oído.
Nico gimió cuando la mano de Cam acarició desde su pecho y bajó hasta su pelvis, donde lo siguió acariciando alrededor de su miembro, pero sin tocarlo. Lo estaba matando.
—Tócalo—gimió.
Cam sonrió contra su boca y comenzó a besarlo ignorando su petición.
Entre besos él masculló. —Tócalo por favor. Me estas matando.
Ella mordió su labio inferior y lamió las comisuras de sus labios. Rozó su nariz contra la suya y su mano subió lentamente hasta su pecho donde retorció su pezón. Entonces dejó sus labios y llevó lo suyos hasta su pecho, los labios de Cam estaban tibios contra su piel y el placer de sentirlos contra su pecho era inmenso. Mordió y lamió sus pezones, y después su abdomen.
Nico gimió y cuando Cam se arrodilló frente a él tembló en anticipación.
Cam levantó la mirada y lo miró por unos segundos antes de poner toda su atención en la parte bien despierta de su cuerpo que reclamaba atención.
Cam lo tomó en su mano e inclino su cabeza hacia él, pero en lugar de llevarlo a su boca rozó la punta lubricada de su pene contra su nariz, lentamente una y otra vez.
Nico se inclinó hacia adelante y apoyo sus manos contra la pared de la ducha.
Cam continuó acariciando su nariz contra la punta de su miembro, después frotó su longitud a través de sus mejillas, de un lado y otro, en una mejilla y otra.
Nico gruño mientas miraba la forma en que Cam frotaba su miembro a través de su cara. Esa era la experiencia más erótica que había tenido en toda su vida.
Cam lo hacia lentamente, y sentir su suaves mejillas contra su miembro lo hacia gemir incontrolablemente, su miembro saltaba con vida propia ante las caricias.
Cam besó la punta de su miembro y Nico gruño en aprobación.
Entonces su lengua emergió de su boca e hizo círculos en la punta.
El estomago de Nico se retorció, sabía que no duraría mucho más. Sentía el placer arremolinándose en su vientre, estaba a punto de explotar. La boca de Cam se abrió y Nico casi grita cuando introdujo su sexo en su boca.
Empezó a amamantarse de él mientras con una mano sostenía su pene y la otra acariciaba sus testículos. Su lengua lamia su punta de tal forma que Nico sentía que sus rodillas le fallaban, se apoyo con más firmeza contra la pared y gimió incontrolablemente.
Cam siguió, sacando esporádicamente el pene de su boca para lamer toda su extensión provocadoramente.
La visión de ella haciéndolo era maravillosa. Cam se volvió amamantar de él pero esta vez su mano comenzó a mover su pene en un ritmo devastador.
Nico ya no aguantaba más.
Cogiéndola por los brazos la levantó, Cam hizo un mohín de protesta pero antes de que pudiera decir algo él intervino: —Basta—dijo jadeando—estaba por venirme y quiero hacerlo dentro de ti.
La besó y una de sus manos descendió hasta tomar su trasero, Cam rodeó su cintura con una pierna y él medio cargándola la puso contra la pared.
Besó su cuello y sus pechos, lamió sus pezones y cuanto estaban erectos en plenitud los mordió hasta hacerla gemir y retorcerse contra él.
Con la pierna de Cam envuelta alrededor de él, la sostuvo con una mano y la otra bajó para tomar su propio miembro y llevarlo a su entrada húmeda.
Una vez que lo puso contra su centro embistió hasta penetrarla un poco. Se detuvo y disfruto de la sensación de que parte de su sexo estuviera dentro de ella, apretado en la estrechez de su cuerpo.
La besó y su mano libre subió hasta su pecho, cuando ella se estremeció el embistió con fuerza y la penetro en su totalidad.
Ambos gimieron y disfrutaron de la sensación de estar unidos.
—Envuélveme con tu otra pierna—le pidió él.
—Me voy a caer—gimió ella.
—No te preocupes—le dijo él—créeme que soy capaz de sostenerte, vamos.
Cam rodeó su cuello con sus brazos más firmemente y entonces confiando en él lo rodeó con la otra pierna, las manos de Nico la tomaron por el trasero y la sostuvieron.
La pared, sus brazos alrededores del cuello de él y sus manos en su trasero eran todo lo que la mantenía.
Nico comenzó a embestir contra ella, Cam gimió y cuando el ritmo se hizo más rápido inclinó su cabeza hacia atrás arqueando su torso cuando un gritó se escapo de sus labios.
Nico la levantó más y tomo uno de sus pechos en la boca. Sus caderas embistieron más rápido.
Cam estaba perdida, los gemidos eran incontrolables y cada vez más ruidosos, el placer la inundó hasta que perdió la noción del tiempo, no supo cuando tiempo pasó pero el placer era tan intenso que sus gemidos se volvieron gritos y su cuerpo temblaba, por dentro y por fuera, parecía que toda la sangre dentro de su cuerpo iba y venia a un ritmo estratosférico, su vagina se contraía en espasmos cada vez mas constantes, Nico gemía de placer mientras lo ordeñaba llevándolo a la cima, sus testículos se tensaron, incrementó aún más el ritmo de su vaivén, Cam gritó cuando su centro explotó, el placer la tomó llevándola al paraíso y haciéndola estremecerse incontrolablemente.
Nico embistió más duro, más rápido, perdido en el placer que sentía cuando el centro de Cam lo ordeñaba, abrió los ojos y vio el pulso acelerado en su cuello, gruño y sin control inclinó su cabeza hacia su cuello, abrió su boca y sus colmillos se hundieron en su cuello justo cuando su miembro explotó y su semen estalló contra las paredes vaginales de Cam.
Comenzó a beber, deleitándose en el sabor de su sangre, lo que solo hizo incrementar el placer que ya lo llenaba.
Su miembro se hinchó más dentro de ella y sus caderas comenzaron un lento vaivén.
Cam jadeó y tembló en sus brazos, las ondas de placer arremetieron contra ella y su sexo explotó una vez más.
—Te amo—susurró—Te amo Nico, te amo.
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