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21 may 2011

Finalmente continuación de Indecisión!!!

Hola!!!

Si! Lo sé, lo sé, me tardé una eternidad y realmente lo siento, pero o no tenía tiempo o estaba bloqueada, pero aquí tienen el siguiente capi por fin, ya me dirán que les pareció O.O

Capítulo 25

Los labios de Damián sobre los suyos provocaban una sensación inquietante. Su lengua entró en su boca y fue más de lo que Cam pudo soportar. Lo empujo, pero el esfuerzo fue inútil, el asimiento que él tenía sobre ella era irrompible.

Después de lo que pareció una eternidad el beso terminó.

La lista de los chicos a los que Cam había besado era minúscula, lo que de cierto modo dejaba claro que besar a alguien no era algo que le pareciera insignificante, así que ser besada a la fuerza y tener que soportarlo era realmente humillante.

Miró a Axel, ansiosa, quería sanarlo y quitar el dolor que indirectamente le había ocasionado. Pero aunque el beso había terminado, las manos de Damián permanecían en su cintura, manteniéndola cerca de él.

—No sabes cuanto anhelaba este momento —le susurró Damián al oído, su aliento cálido la hizo estremecer.

Contó hasta cinco en su mente y tras idear la mejor manera de plantearlo, habló con voz suave: —Déjame sanar a Axel, se ve muy mal, así podrás dejarlo ir y nos quedaremos so-solos.

Axel irguió la cabeza al instante, ella se obligó a no mirarlo, sería más fácil así.

—Mmm… —Damián parecía estarlo meditando, lo que era buena señal, por lo menos no se había negado a la primera—. Creo que es buena idea, definitivamente quiero quedarme a solas contigo preciosura.

—Bien, entonces… —Cam trató de apartarse de él pero no se lo permitió.

—Tranquila, pero también es cierto que tengo una fantasía y antes de que dejemos ir a nuestro querido amigo me gustaría hacerla realidad.

Cam se inquietó, eso no sonaba bien.

—¿A que te refieres? —dijo con voz temblorosa.

Damián la soltó y se acercó a Axel, luego le quito la venda de los ojos.

Lo primero que hizo Axel fue buscarla con la mirada, cuando la vio ensanchó los ojos, sin duda a causa de su ropa, o su no ropa siendo más precisos.

Damián volvió con Cam y le pasó una mano por la cintura de manera posesiva.

—Le concederé a Cam que pueda sanarte, pero antes quiero que te quede claro que ella es mía.

Tanto Cam como Axel lo miraron sin comprender sus intenciones, entonces él tomó a Cam entre sus brazos y la besó.

Cam escuchó a Axel gruñir y traquetear con la silla a la que estaba atado, pero cuando las manos de Damián se posaron sobre su trasero dejó de prestar atención a lo que pasaba a su alrededor y comenzó a forcejear con él.

Él bajó las manos hasta sus muslos y las subió por debajo de su escaso vestido, Cam no podía soportar esto, siguió forcejeando, asqueada de las caricias sobre sus muslos y glúteos.

Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, pero por más que forcejeaba no parecía lograr nada.

De repente fue lanzada sobre una cama que estaba a su izquierda, rebotó un poco pero antes de poder levantarse Damián estaba sobre ella, y sus manos por todas partes, Cam ya no podía soportarlo.

Sollozando siguió forcejeando, luchando con todas sus fuerzas contra él, con cada caricia que la forzaba a recibir sentía que algo en su interior se rompía. El tiempo parecía haberse detenido y al mismo tiempo avanzar muy rápido.

Gritó, peleó, lo rasguñó, pero nada importó, él logró levantarle el vestido hasta la cintura, y después se lo quitó completamente, lo que la dejó desnuda salvo por sus pequeñas bragas, luego acunó sus pechos y pellizcó sus pezones, ella gritó aún más fuerte, pataleó y lo golpeó tanto como pudo pero el suplicio seguía.

No lo soportaba, allá donde la tocaba se sentía sucia, sus caricias invasoras le dolían y no solo en sentido emocional sino físicamente, Damián estaba siendo demasiado brusco y sus manos no sólo dejaban marcas en su cuerpo sino también en su alma.

Ella sabía que si Damián la violaba, lo cual claramente era su intención, jamás podría superarlo, la mataría en vida.

No era ninguna experta en las cosas de la vida, sólo tenía 18 años, pero al experimentar este momento comprendió que pocas cosas podrían hacer tanto daño como ser forzada de esta manera. Que te robaran la voluntad en algo tan íntimo, que forzaran tu cuerpo a algo que no querías definitivamente tenía que ser una de las peores cosas que cualquier ser humano podría experimentar. Era algo que te dañaba física y emocionalmente, que mataba una parte de ti, que te quebraba y te dejaba sintiéndome impotente, victimizada y herida. Así se sentía ella.

Damián estaba tratando de llegar bajo sus bragas pero Cam se retorcía tratando de evitarlo, estaba aterrorizada, jamás había sentido tanto miedo.

Fue entonces cuando a través de la bruma del momento, del dolor y del terror que sentía que escuchó a Axel, él le decía que usara su poder.

Al principio, tan aturdida y aterrorizada como estaba no entendía lo que le pedía, pero entonces un poco de claridad llego a su mente y lo entendió, ella podía detener esto, antes de que le hiciera más daño del que ya le había hecho, antes de que la dañara irreparablemente. Era una estúpida por no haberse dado cuenta antes, pero no se culparía así misma, ella no tenía la culpa de esto, el terror, el dolor y la angustia habían nublado su mente y no había podido más que luchar instintivamente en contra de aquello que parecía inevitable.

Trató de cerrar su mente al daño que le estaba siendo infringido, aislándose mentalmente, necesitaba concentrarse un poco para hacer esto.

Fue difícil, pero finalmente se sintió lista, coloco sus manos en la espalda de Damián y puso en acción su habilidad.

Lo sintió tensarse, sin duda alguna sintiendo lo que Cam le estaba haciendo.

Pero en esta ocasión ella no sintió ni una pizca de remordimiento por utilizar su don.

Dejo que a través de sus manos viajaran sus intenciones en una energía cálida y vibrante que venía desde el centro de su ser.

Daño, quería hacerle daño, que pagara lo que le había hecho, que pagara lo que quería hacer pero no tuvo tiempo de concretar.

Se lo merece, se repitió Cam una y otra vez, por lo que me hizo, por lo que le hizo a Axel.

Damián había dejado de tocarla, todo su peso cayo sobre ella dejándola sin aliento, estaba temblando y gimiendo.

Lo soltó y trató de quitárselo de encima, pero pesaba demasiado, el había dejado de temblar, Cam sentía su boca en el cuello, estaba asqueada, quería quitárselo de encima, siguió tratando de volcarlo, estaba en eso cuando lo sintió moverse sobre ella, creía que le había hecho el suficiente daño para dejarlo inconsciente pero claramente estaba equivocada, estaba a punto de poner sus manos de nuevo en su espalda para causarle más daño cuando los sintió.

Damián había abierto su boca y ahora sus colmillos estaban sobre su cuello, ella se quedo congelada y sólo cuando se hundieron en su cuello se espabiló y gritó.

El dolor fue agudo y la succión le dolió contrario a como había sido cuando Nico la había mordido, quizás la mordida de un vampiro era como las relaciones sexuales, si era forzada era dolorosa, insoportable y asquerosa.

Se comenzó a sentir débil, pero colocó sus manos de nuevo en la espalda de Damián, él volvió a tensarse pero no dejo de succionar, Cam dejó fluir más energía a través de sus manos para dañarlo, él comenzó a temblar pero ni aún así dejaba de morderla, lanzó un poco más de energía y esta vez él la liberó de sus colmillos, tembló incontrolablemente y finalmente pareció que realmente había quedado inconsciente.

Antes de que otra eventualidad pudiera ocurrir, Cam hizo acopio de toda su fuerza y volcó a Damián a un lado. Liberada de su peso se levantó abruptamente de la cama, las lágrimas fluyeron de nuevo y empezó a temblar, la mordida le dolía, estaba perdiendo el control y lo sabía.

Entre la niebla de su mente escuchó su nombre y fue entonces cuando recordó que no estaba sola, Axel estaba allí y lo había visto todo.

Cam se dio cuenta que estaba casi completamente desnuda, se volvió y encontrando su vestido se tapo los pechos, después sin hacer caso de lo que Axel le estaba diciendo se dejo caer al suelo, abrazó sus rodillas y comenzó a llorar.

Axel seguía hablándole, pero Cam estaba como en otro lugar, su cuerpo estaba allí pero su mente estaba muy lejos.

Finalmente lo que la hizo reaccionar no fue Axel ni lo que éste le decía sino la sustancia liquida y cálida que sentía corriendo desde su cuello.

Se tocó con la mano y ésta se cubrió de sangre.

Damián no había cerrado las punciones, por lo que se estaba desangrando.

Levantó la mirada y se encontró con la de Axel, él se veía casi tan aterrado como ella y en su mirada había muchas emociones que Cam no estaba capacitada para examinar en ese momento.

—Cam, reacciona, se que lo que acaba de pasar es horrible pero tienes que desamarrarme —le dijo él lentamente, sabiendo que ella esta descontrolada—. Y tienes que ponerte algo contra la herida para tratar de contener la hemorragia, tenemos que salir de aquí.

Cam asintió pero siguió sin moverse.

—Vamos Cam, hazlo, estás perdiendo mucha sangre vamos.

Aletargada como se sentía se puso de pie, le dio la espalda a Axel y se metió el diminuto vestido por la cabeza, necesitaba cubrirse, ya se sentía demasiado sucia y avergonzada como para andar mostrando los pechos al mundo.

Se acercó a Axel y comenzó a desamarrar las cuerdas, estaba como en piloto automático, los nudos eran difíciles y no estaba lográndolo, entonces recordó que en su mochila tenía unas tijeras, no eran precisamente para cortar cuerdas pero algo era mejor que nada.

Vio su mochila tirada cerca de la entrada, no recordaba como había llegado allí y tampoco era tiempo de pensarlo, se apresuró hacia ella y sacó las tijeras, volvió con Axel y trabajó en cortar la cuerda, se llevo su tiempo y sus manos quedaron lastimadas pero finalmente lo logró.

Cuando Axel quedó libre trató de abrazarla pero Cam retrocedió.

Axel entendió que lo que menos necesitaba ella ahora era el contacto de un hombre así que se mantuvo alejado y trato de tranquilizarla.

—Tenemos que salir de aquí, ¿crees que Damián permanezca inconsciente mucho tiempo?

Cam simplemente se encogió de hombros.

Axel se acercó al cuerpo de Damián y le dio la vuelta, estaba inconsciente, pero parecía más que eso.

Le tomó el pulso, no tenía ni idea de si los vampiros tenían pulso o no, pero pareció lo adecuado.

—¿Los vampiros tienen pulso? —le preguntó a Cam.

Ella asintió.

Axel se quedó helado.

—Damián no tiene —dijo.

Cam lo miró a los ojos y Axel pudo ver el terror en su expresión.

—Lo maté —susurró Cam—. Lo maté.